Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Corintios 12, 16-24

16 Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del
cuerpo»

¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?

17 Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera
todo oído ¿donde el olfato?

18 Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo
según su voluntad.

19 Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo?
20 Ahora bien, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo.

21 Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza
a los pies: «¡No os necesito!»

22 Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles,
son indispensables.

23 Y a los que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de
mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor
honestidad.

24 Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha formado el
cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él,